Hoy por fin, después de muchas indecisiones he decidido dar el paso y me he embarcado en la compra de este bonito, añoso y ajado 31 pies.
Por suerte, el interior está remodelado y listo para su uso. Algunas horas de lija, imprimación del casco y pintura y dentro de unos meses no lo conoce ni su dueño.
Actualmente está en tratamiento antiosmosis. Su anterior dueño detectó las temidas burbujas y decidió atajarlas antes de que fuesen a más. Como se ve el casco está pelado y listo para imprimar cuando empiece a subir las temperaturas.
Mientras tanto, iremos preparando la cubierta para sanearla y pintarla
Porque el motor ni lo toco, está como nuevo, apenas 500 horas, se nota su buen estado, y los interiores secos denotan la estanqueidad del barco, lo cual me deja muy tranquilo.